Atravès de la ventana.

La primera vez que te vi no eras más que un extraño, no conocía tu nombre y tu cara no me quitaba el sueño, me parecías tan arrogante que prefería estar lejos de ti pero ahora me doy cuenta que no puedo sacarte de mi mente; no sé como es que con el pasar de los días fuiste ocupando un espacio en mi corazón y mi alma, un espacio que con el tiempo se fue haciendo más grande.

Al inicio pensé que sólo era algo pasajero, que la atracción que sentía por ti era cuestión de días o quizá de horas, así que no ponía mucha atención al sentimiento que empezaba a formarse dentro de mi, pensé que era confusión del corazón, una confusión formada por mi soledad y que quizás acabaría el día que estuvieras con alguien mas, pero fue entonces que descubrí que aquel sentimiento que crecía dentro de mi era algo más profundo que un simple cariño.

Aquel día que mire tu rostro junto al de ella y sus manos entrelazadas mi corazón comenzò a palpitar cada vez mas rápido hasta que perdió la fuerza, y fue entonces cuando entendí que necesitaba la sonrisa que se formaba en tu boca, tus manos tersas sobre mi rostro, el sonido de tu voz rozando mis oídos y esos labios húmedos sobre los mìos; necesitaba saber que eras sólo para mi, pero pronto entendí que era imposible, imposible por que aún no has notado a la mujer que se esconde detrás de aquella ventana mientras te mira a lo lejos cuando caminas de la mano de ella, así que por el momento prefiero mirarte de vez en cuando y escuchar tu voz a lo lejos ya que cada vez que nuestros ojos se encuentran tu mirada desvanece mi alma, estremece mi cuerpo y no logro articular palabra alguna. Por lo pronto deseo que seas muy feliz al lado de la persona que logro ganarse tu corazón, por que sé que ella es una gran mujer de lo contrario no formaría parte de tu vida; quizá sea sòlo un sueño pero sé que pronto notaras mi presencia y vendrás a mi, por ahora seguiré mirándolos atravès de la ventana aunque eso signifique estar muerta en vida.