miércoles, 7 de enero de 2009

La luz que iluminaba mis noches.

Recuerdo las noches en las que solíamos tener encuentros en los cuales podíamos detener el tiempo y convertirnos en uno solo cuerpo, en una sola sombra, en una sola alma, en un solo espíritu.

Cada noche esperaba con ansia tu presencia, esa presencia que irradiaba una luz hermosa y brillante que aparecía para iluminar mis noches en medio de tanta oscuridad, esa luz que llenaba mi vida de placer y que me enseñaba día a día que había valido la pena todo lo sufrido por que al final siempre estabas . Noche a noche nos entregábamos el alma y compartíamos nuestras vidas, nuestros sueños, anhelos y secretos, esos secretos de los que sólo la luna fue testigo.

Derepente esa luz que había iluminado mis noches por tanto tiempo iba desapareciendo, voltee la mirada y vi a lo lejos la brillantes de aquella mujer que siempre había estado llena de noches oscuras y que ahora brillaba por que estabas ahi para iluminarla; fue entonces cuando aquellos pequeños restos que quedaban de esa luz que alguna vez fue mía desaparecieron por completo y desde entonces mis noches se volvieron solas, tristes y frías; por ello ahora me encuentro de nuevo en medio de la oscuridad esperando esa otra luz que llegara a iluminar de nuevo cada una de mis noches.

Por ahora sólo tengo la satisfacción de haber aprovechado esa gran luz que un día me brindaste y que hizo más plena mi existencia.






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