Hace algún tiempo existió una mujer llamada Liliana, la gente siempre volteaba la mirada hacia ella ya que parecía ser la mujer más feliz del mundo; pero lo que la gente nunca supo es que detrás de ese rostro, detrás de esa sonrisa existía una gran tristeza y soledad.
Liliana era una mujer que parecía estar llena de vida, siempre tenia una sonrisa para todo aquel que se cruzaba por su camino, todos los días tenia algo nuevo y gracioso para compartir con las personas que la rodeaban, siempre trato de mitigar su soledad con sonrisas, hacia todo lo posible e imposible para ayudar a los demás y poder así dibujar en cada uno de esos rostros una linda sonrisa. Todas las personas a su alrededor la veían como la joven más divertida, graciosa, despreocupada y sobre todo, la más feliz, por que contaba con una familia hermosa conformada por su padre, un hombre noble, amoroso y que daba todo por aquella mujer que para él seguía siendo su princesa, también estaba su madre, el pilar de su hogar, una mujer con un carácter fuerte pero con un corazón enorme, aquella señora que siempre estaba al lado de su hija apoyándola en todo momento y por supuesto no podían faltar los hermanos, dos hombres que a pesar de la distancia nunca se olvidaron de ella y siempre trataban de ser los guardianes de aquella joven a la cual miraban como una princesa.
Pero lo que su familia y las demás personas ignoraban era la gran soledad que Liliana llevaba dentro; ella no era una mujer bonita, ni tenia un cuerpo que se pudiera envidiar o al menos eso era lo que ella veía en el espejo todas las mañanas; cada vez que ella miraba su imagen reflejada, también miraba todos los insultos que desde pequeña había tenido que soportar por su no agraciado cuerpo.
Mientras crecía tuvo que soportar el ser señalada, el ser rechazada por personas desconocidas y también por otras conocidas, el no contar con amigos a pesar de que ella se esforzaba por encontrarlos y mantenerlos, pero para su mala suerte, cada vez que ella pensaba haber encontrado uno, siempre caía y se golpeaba muy fuerte al ver que solo la utilizaban aquellos supuestos amigos cuando ellos necesitaban algo que solo ella les podía dar. Durante este periodo, por su vida pasaron miles de personas, muchas de ellas muy crueles, ya que solo se detenían a humillarla y a denigrarla, pero fue entonces que conoció a un hombre llamado Omar, del cual se enamoro, para ella el tiempo que pasaba con él era hermoso, siempre trataba de ser y hacer todo lo que el quería, pero desgraciadamente Liliana volvió a caer al darse cuenta un día que había sido solo parte de un juego del cual todos estaban enterados menos ella, y entonces supo que aquella persona de la cual se enamoro solo la había utilizado como la demás gente.
Aquella joven nunca contó a nadie lo que tenia que vivir día a día, siempre se preguntaba por que la gente era tan cruel al juzgar a los demás, por que la gente únicamente miraba el exterior y solo por este, ellos se podían tomar la libertad de discriminar y juzgar sin darse cuenta del daño que provocaban, y fue así que poco a poco fue guardando todo lo que sentía y cuando menos lo espero ya se había convertido en una mujer falsa, por que por fuera demostraba ser feliz pero por dentro estaba llena de rencor y odio hacia los demás, y al mismo tiempo esto le provocaba un miedo muy grande a salir de su casa, tenia miedo de provocar asco a los demás, tenia miedo de volver a escuchar palabras desagradables que la denigraban como ser humano, tenia miedo de ser juzgada una vez mas por no tener el físico perfecto, y todo esto le causo una gran tristeza al ver que nadie se había dado la oportunidad de conocer la verdadera esencia de Liliana.
A pesar de aquella sonrisa que siempre se pintaba en su rostro, cuando entraba a su habitación esa sonrisa desaparecía y empezaban a brotar lágrimas que mojaban sus mejillas, las cuales llenaban de tristeza su mirada, esa mirada que un día estuvo llena de brillo y que ahora la hacia ver un mundo oscuro y lleno de tinieblas.
Un día se dio cuenta que con el paso del tiempo fue formando un gran caparazón para que nadie le hiciera daño y había hecho su corazón como una cebolla, cubierto por capaz que no permitían ver más allá y que aquel que lograba traspasar esas capaz, no podía contener el llanto al llegar al centro por que veía un corazón triste tan lleno de odio y a la vez tan lleno de amor el cual nunca había salido por que nunca nadie se lo habían permitido, por ello es que cada vez se adentraba y se encerraba mas y mas en su mundo sin permitir el paso a nadie, ni siquiera a las personas que la conocían y la querían realmente.
Ella sentía más desesperación y dolor al paso de los días por no ser lo que los demás esperaban que fuera, así que una mañana al mirarse al espejo decidió que era momento de ponerle fin a su sufrimiento y eso solo lo podía lograr cambiando su aspecto físico, así que busco muchas alternativas para lograrlo, pero lamentablemente opto por la mas fácil pero al mismo tiempo la mas cobarde y peligrosa. Cuando ella tomo esta decisión decia que NADIE DIJO QUE SERIA FÁCIL SER UNA PRINCESA, esta frase era utilizada por ella cuando se integro al grupo de las llamadas “mías” o como comúnmente son conocidas, “las bulímicas”. Cada vez que ella comía, corría a mirarse al espejo y a gritarle a su reflejo lo asquerosa que se veía y fue así, que la culpa por haber injerido un alimento era cada vez mayor; y esto la llevaba a recurrir con frecuencia a una bascula a la cual tomaba fotos para llevar un control estúpido de su peso.
Liliana sabia los trucos para que nadie pudiera darse cuente de lo que hacia, sabia que no tenia que introducir sus dedos para provocarse el vomito por que esto podría provocar marcas en ellos, así que lo mejor era introducir un cepillo dental para provocarlo, sabia que postura debía tener para que la comida saliera mas rápido, que no podía lavarse los dientes al terminar de vomitar por que los ácidos que acompañaban a la comida combinados con la pasta dental, con el tiempo provocarían el desgaste del esmalte en los dientes, sabia que tenia que poner un hielo en su boca y triturarlo suavemente o masticar chicles sin azúcar para quitar las ansias de comer algún alimento que ella consideraba tenia demasiadas calorías, tenia la tonta idea como todas las personas que padecen bulimia que el auto lastimarse, como hacerse pequeñas heridas en el cuerpo provocaba una quema de grasa y todo esto estaba acompañado por tristeza, dolor, desesperación y confusión.
Liliana era una mujer que parecía estar llena de vida, siempre tenia una sonrisa para todo aquel que se cruzaba por su camino, todos los días tenia algo nuevo y gracioso para compartir con las personas que la rodeaban, siempre trato de mitigar su soledad con sonrisas, hacia todo lo posible e imposible para ayudar a los demás y poder así dibujar en cada uno de esos rostros una linda sonrisa. Todas las personas a su alrededor la veían como la joven más divertida, graciosa, despreocupada y sobre todo, la más feliz, por que contaba con una familia hermosa conformada por su padre, un hombre noble, amoroso y que daba todo por aquella mujer que para él seguía siendo su princesa, también estaba su madre, el pilar de su hogar, una mujer con un carácter fuerte pero con un corazón enorme, aquella señora que siempre estaba al lado de su hija apoyándola en todo momento y por supuesto no podían faltar los hermanos, dos hombres que a pesar de la distancia nunca se olvidaron de ella y siempre trataban de ser los guardianes de aquella joven a la cual miraban como una princesa.
Pero lo que su familia y las demás personas ignoraban era la gran soledad que Liliana llevaba dentro; ella no era una mujer bonita, ni tenia un cuerpo que se pudiera envidiar o al menos eso era lo que ella veía en el espejo todas las mañanas; cada vez que ella miraba su imagen reflejada, también miraba todos los insultos que desde pequeña había tenido que soportar por su no agraciado cuerpo.
Mientras crecía tuvo que soportar el ser señalada, el ser rechazada por personas desconocidas y también por otras conocidas, el no contar con amigos a pesar de que ella se esforzaba por encontrarlos y mantenerlos, pero para su mala suerte, cada vez que ella pensaba haber encontrado uno, siempre caía y se golpeaba muy fuerte al ver que solo la utilizaban aquellos supuestos amigos cuando ellos necesitaban algo que solo ella les podía dar. Durante este periodo, por su vida pasaron miles de personas, muchas de ellas muy crueles, ya que solo se detenían a humillarla y a denigrarla, pero fue entonces que conoció a un hombre llamado Omar, del cual se enamoro, para ella el tiempo que pasaba con él era hermoso, siempre trataba de ser y hacer todo lo que el quería, pero desgraciadamente Liliana volvió a caer al darse cuenta un día que había sido solo parte de un juego del cual todos estaban enterados menos ella, y entonces supo que aquella persona de la cual se enamoro solo la había utilizado como la demás gente.
Aquella joven nunca contó a nadie lo que tenia que vivir día a día, siempre se preguntaba por que la gente era tan cruel al juzgar a los demás, por que la gente únicamente miraba el exterior y solo por este, ellos se podían tomar la libertad de discriminar y juzgar sin darse cuenta del daño que provocaban, y fue así que poco a poco fue guardando todo lo que sentía y cuando menos lo espero ya se había convertido en una mujer falsa, por que por fuera demostraba ser feliz pero por dentro estaba llena de rencor y odio hacia los demás, y al mismo tiempo esto le provocaba un miedo muy grande a salir de su casa, tenia miedo de provocar asco a los demás, tenia miedo de volver a escuchar palabras desagradables que la denigraban como ser humano, tenia miedo de ser juzgada una vez mas por no tener el físico perfecto, y todo esto le causo una gran tristeza al ver que nadie se había dado la oportunidad de conocer la verdadera esencia de Liliana.
A pesar de aquella sonrisa que siempre se pintaba en su rostro, cuando entraba a su habitación esa sonrisa desaparecía y empezaban a brotar lágrimas que mojaban sus mejillas, las cuales llenaban de tristeza su mirada, esa mirada que un día estuvo llena de brillo y que ahora la hacia ver un mundo oscuro y lleno de tinieblas.
Un día se dio cuenta que con el paso del tiempo fue formando un gran caparazón para que nadie le hiciera daño y había hecho su corazón como una cebolla, cubierto por capaz que no permitían ver más allá y que aquel que lograba traspasar esas capaz, no podía contener el llanto al llegar al centro por que veía un corazón triste tan lleno de odio y a la vez tan lleno de amor el cual nunca había salido por que nunca nadie se lo habían permitido, por ello es que cada vez se adentraba y se encerraba mas y mas en su mundo sin permitir el paso a nadie, ni siquiera a las personas que la conocían y la querían realmente.
Ella sentía más desesperación y dolor al paso de los días por no ser lo que los demás esperaban que fuera, así que una mañana al mirarse al espejo decidió que era momento de ponerle fin a su sufrimiento y eso solo lo podía lograr cambiando su aspecto físico, así que busco muchas alternativas para lograrlo, pero lamentablemente opto por la mas fácil pero al mismo tiempo la mas cobarde y peligrosa. Cuando ella tomo esta decisión decia que NADIE DIJO QUE SERIA FÁCIL SER UNA PRINCESA, esta frase era utilizada por ella cuando se integro al grupo de las llamadas “mías” o como comúnmente son conocidas, “las bulímicas”. Cada vez que ella comía, corría a mirarse al espejo y a gritarle a su reflejo lo asquerosa que se veía y fue así, que la culpa por haber injerido un alimento era cada vez mayor; y esto la llevaba a recurrir con frecuencia a una bascula a la cual tomaba fotos para llevar un control estúpido de su peso.
Liliana sabia los trucos para que nadie pudiera darse cuente de lo que hacia, sabia que no tenia que introducir sus dedos para provocarse el vomito por que esto podría provocar marcas en ellos, así que lo mejor era introducir un cepillo dental para provocarlo, sabia que postura debía tener para que la comida saliera mas rápido, que no podía lavarse los dientes al terminar de vomitar por que los ácidos que acompañaban a la comida combinados con la pasta dental, con el tiempo provocarían el desgaste del esmalte en los dientes, sabia que tenia que poner un hielo en su boca y triturarlo suavemente o masticar chicles sin azúcar para quitar las ansias de comer algún alimento que ella consideraba tenia demasiadas calorías, tenia la tonta idea como todas las personas que padecen bulimia que el auto lastimarse, como hacerse pequeñas heridas en el cuerpo provocaba una quema de grasa y todo esto estaba acompañado por tristeza, dolor, desesperación y confusión.
Muchas veces paso por su cabeza el acabar de tajo con todo y en mas de una ocasión cruzo por su mente la palabra suicidio, pero fue entonces que descubrió que ya había empezado a tocar fondo y que aquella decisión tomada tiempo atrás, mas que ayudarle, le estaba provocando un miedo intenso a seguir y seguir hasta no poder controlarlo.
Cuando ella se dio cuenta de todo lo que había hecho, decidió pedir ayuda pero sabía que si la pedía a sus padres, quizá no se la hubieran negado, pero ella sabia que esta noticia les causaría dolor y una gran decepción y no quería lastimar a las personas que mas amaba. Quizás lo mejor hubiera sido que Liliana hubiera mirado al cielo y le hubiera pedido ayuda a Dios, pero lamentablemente hacia mucho tiempo que ella había dejado de creer en su existencia, así que mejor decidió guardar su secreto y se prometió no comentarlo con nadie aunque esto le causara una herida mas, y fue entonces que una noche se encontró sin esperarlo con un ángel que en forma de amigo le ayudaría a cambiar su vida; al inicio, no estaba segura de poder decírselo, quizás tenia miedo a que él se decepcionara al ver que ella no era lo que pensaba, pero algo fue mas fuerte que su deseo por ocultarlo y decidió contarle su secreto; mientras lo hacia, sus ojos se llenaron de lágrimas y llego un momento tan doloroso, que su llanto se volvió incontrolable, por lo cual tuvo que cubrir su boca para que el ruido de su llanto no despertara a sus padres, que se encontraban durmiendo en la habitación de al lado, quizás ese llanto desesperante fue por que al fin, después de un largo tiempo, Liliana había empezado a liberarse del gran fantasma que día a día la acompañaba.
Aquel ángel dijo palabras de aliento y consejos que Liliana ha puesto en práctica hasta el día de hoy; al termino de aquella conversación, ella, al mirarse sola, recostado sobre su cama y en total oscuridad, decidió quitarle todas aquellas capaz que un día le había puesto a su corazón y una vez que logro descubrirlo totalmente, lo tomo entre sus manos y logro lo que nunca había podido, logro hablar con ese hermoso ser lleno de luz llamado Dios, el cual le dio la paz que en ese momento ella pedía a gritos.
Ha pasado poco tiempo desde este hecho, pero aun así en este momento puedo decir que lo que vivo Liliana fue muy doloroso pero que ella cada día aprende mas de ello, y es por esto que da gracias a Dios por haberle mandado a un ángel al que puede llamar amigo, por que gracias a él recupero su fe y su amor por Dios y gracias a Dios ella esta recuperando su estabilidad emocional y mental, y por el momento a aprendido a mirar las cosas desde una perspectiva distinta a la que ella acostumbraba a mirar y sobre todo ha aprendido a mirar lo hermoso de su reflejo en aquel espejo que por un tiempo se convirtió en su peor enemigo. Ella sabe que este proceso no es nada fácil por que muchas veces a estado tentada a hacerlo de nuevo, pero tiene fe en que lo lograra y aunque esto le lleve mucho tiempo, ella esta segura que dejara de ser aquella Liliana insegura y temerosa que un día fue.
Por ahora esta comenzando de nuevo, con pasos pequeños pero muy firmes, y hoy por hoy puede dar gracias a Dios por no haberla abandonado, por haberle prestado a un amigo que le hizo recuperar su amor por él y que le hizo saber que podía cambiar el rumbo de su vida con solo proponérselo, por esto, es que también le da las gracias a ese amigo que se convirtió en su ángel o a ese ángel que se convirtió en su amigo, ya que ha sido un apoyo muy importante al cual espera no defraudar, por ello es que a ti que sabes que eres ese ángel que ayudo a Liliana te doy las gracias de todo corazón, por que tu le ayudaste a abrir los ojos y es por ello por lo que Liliana puede con el corazón en la mano dar gracias todos los días por estar viva y sobre todo por tener entre sus manos una nueva oportunidad.
Cuando ella se dio cuenta de todo lo que había hecho, decidió pedir ayuda pero sabía que si la pedía a sus padres, quizá no se la hubieran negado, pero ella sabia que esta noticia les causaría dolor y una gran decepción y no quería lastimar a las personas que mas amaba. Quizás lo mejor hubiera sido que Liliana hubiera mirado al cielo y le hubiera pedido ayuda a Dios, pero lamentablemente hacia mucho tiempo que ella había dejado de creer en su existencia, así que mejor decidió guardar su secreto y se prometió no comentarlo con nadie aunque esto le causara una herida mas, y fue entonces que una noche se encontró sin esperarlo con un ángel que en forma de amigo le ayudaría a cambiar su vida; al inicio, no estaba segura de poder decírselo, quizás tenia miedo a que él se decepcionara al ver que ella no era lo que pensaba, pero algo fue mas fuerte que su deseo por ocultarlo y decidió contarle su secreto; mientras lo hacia, sus ojos se llenaron de lágrimas y llego un momento tan doloroso, que su llanto se volvió incontrolable, por lo cual tuvo que cubrir su boca para que el ruido de su llanto no despertara a sus padres, que se encontraban durmiendo en la habitación de al lado, quizás ese llanto desesperante fue por que al fin, después de un largo tiempo, Liliana había empezado a liberarse del gran fantasma que día a día la acompañaba.
Aquel ángel dijo palabras de aliento y consejos que Liliana ha puesto en práctica hasta el día de hoy; al termino de aquella conversación, ella, al mirarse sola, recostado sobre su cama y en total oscuridad, decidió quitarle todas aquellas capaz que un día le había puesto a su corazón y una vez que logro descubrirlo totalmente, lo tomo entre sus manos y logro lo que nunca había podido, logro hablar con ese hermoso ser lleno de luz llamado Dios, el cual le dio la paz que en ese momento ella pedía a gritos.
Ha pasado poco tiempo desde este hecho, pero aun así en este momento puedo decir que lo que vivo Liliana fue muy doloroso pero que ella cada día aprende mas de ello, y es por esto que da gracias a Dios por haberle mandado a un ángel al que puede llamar amigo, por que gracias a él recupero su fe y su amor por Dios y gracias a Dios ella esta recuperando su estabilidad emocional y mental, y por el momento a aprendido a mirar las cosas desde una perspectiva distinta a la que ella acostumbraba a mirar y sobre todo ha aprendido a mirar lo hermoso de su reflejo en aquel espejo que por un tiempo se convirtió en su peor enemigo. Ella sabe que este proceso no es nada fácil por que muchas veces a estado tentada a hacerlo de nuevo, pero tiene fe en que lo lograra y aunque esto le lleve mucho tiempo, ella esta segura que dejara de ser aquella Liliana insegura y temerosa que un día fue.
Por ahora esta comenzando de nuevo, con pasos pequeños pero muy firmes, y hoy por hoy puede dar gracias a Dios por no haberla abandonado, por haberle prestado a un amigo que le hizo recuperar su amor por él y que le hizo saber que podía cambiar el rumbo de su vida con solo proponérselo, por esto, es que también le da las gracias a ese amigo que se convirtió en su ángel o a ese ángel que se convirtió en su amigo, ya que ha sido un apoyo muy importante al cual espera no defraudar, por ello es que a ti que sabes que eres ese ángel que ayudo a Liliana te doy las gracias de todo corazón, por que tu le ayudaste a abrir los ojos y es por ello por lo que Liliana puede con el corazón en la mano dar gracias todos los días por estar viva y sobre todo por tener entre sus manos una nueva oportunidad.
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